
Las plantas cuya historia me envolvía como capa de barro invisible, haciendo del camino algo dificultoso y desalentador, se han revelado, para...la verdad no se para que.
Y ahora me encuentro, surcando el profundo mar de mi interior, capeando la tormenta e intentando disfrutar del paisaje, por que, una cosa no quita la otra, lo positivo puede acompañar a lo negativo y de eso hay mucho a mi alrededor. Miro, y veo colores y texturas, posibles sabores, sonidos, suaves, melodiosos, de esos que te invitan a soñar...y en medio de todo eso, mi pequeño pececito; tan bonito, tan apacible, mullidito y gracioso. Mi complemento los días de tormenta y mi compañero en las noches estrelladas, mi ayuda en los problemas y mi guia en la oscuridad...
Mi todo. ¿Que seria de mi océano de luz y oscuridad sin mi pequeño pececito?
1 comentario:
cuida de tus peces...
Tus letras, como el océano me parecieron muy profundas...
bss
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