Atravieso un bosque de dudas, corriendo, tan rápido como mis piernas me lo permiten, a los lados arboles llenos de recuerdos me miran fijamente, no se que pensar...He escapado de una cuidad llamada monotonía y no se hacia donde voy. Sigo corriendo, las fuerzas se me están agotando, lentamente, siento el cansancio. Contemplo la flores, todas tienen un nombre, miedo, amor, soledad, ira, nostalgia, ternura, melancolía, rabia, tristeza...cada una con su color, cada una con su historia.

Me detengo, observo, colores en todas partes, brillos y matices, el negro se esconde tras ellos.

Sigo caminando, ahora mas despacio, comienzo a pensar, pero todo queda difuso.

Llego al precipicio, es tan hermoso, al fondo rugen las olas del mar, ellas abaten las rocas sin piedad y sin descanso. Echo un ultimo vistazo atrás, he luchado, no me arrepiento, miro el horizonte, sonrío y salto.

Caigo, muy despacio, el sol brilla, la brisa acaricia mi piel y y me siento bien. Estoy llegando,

tan solo un poco mas, solo unos metros...Me zambullo en el agua, me siento libre.

Llegue, estoy aquí...en el interior de mi misma.