Se alimentan de su propia pasión..."
Atahualpa Yupanqui
Los sueños son esas pequeñas llamas de esperanza que crecen en el fondo de nuestro ser...
Cada noche nuestro subconsciente se impone a la razón, y las imagenes planean en nuestra mente sumiéndolos en un profundo y placentero estado de felicidad. De algunos nos acordáremos, de otros tal vez no...
Pero yo no hablo de los sueños nocturnos, sino de los sueños que albergamos en nuestro corazón y que llevamos siempre con nosotros, de esas imagenes nitidas y perfectas que formamos y guardamos en nuestra mente, en ese compartimento secreto e impenetrable, en el que nadie ha de entrar, por que ese sueño es solo nuestro. De ese dulce hálito de vida, de ese sueño frágil y perfecto, que cuidamos como propio, una parte de nosotros, relativamente pequeña, pues no existen sueños grandes o pequeños, por el cual una parte de nosotros moriría al no cumplir. Pero no solo de imagenes viven los sueños, también de sensaciones como la ternura y la calidez, de sentimientos como el amor, de gestos como la sonrisa, de miradas llenas de brillo. Por que los sueños se cumplen...solo son necesarias pequeñas cosas que a su vez, son grandes sensaciones y emociones: calidez para guardarlo con mimo y celo, valor para luchar por el, esperanza para lograrlo, humildad para conservarlo, pureza para merecerlo...y con todo eso, al final del camino...felicidad para disfrutarlo.