
Horas. que yo misma he convertido en segundos, esos benditos puntos en el cielo que me dan la felicidad. Tan solo unas horas para volver a estar abrazada a ti en la inmensidad de la noche.
A pesar de esa sensación de malestar que corroe mi interior desde el día en el que decidió instalarse ahí, no hay nada en el mundo que podría quitarme la emoción de este momento.
Por fin voy a poder abrazarte, mirarte a los ojos y decirte que te quiero, recuperar todos esos minutos que no hemos pasado juntos. Volveré a estar entre tus sabanas, disfrutando de tu compañía, de la pasión de tu piel en la mía, de la calidez de tu mirada y de nuevo despertare entre tus brazos, para contemplar un nuevo amanecer, mas feliz si cabe que el anterior...
Jugaremos a las casitas, tal y como llevo imaginando días y días, viviremos ese sueño perfecto, que no es mas que el ensayo previo a esa vida tan maravillosa que no espera a la vuelta de la esquina, pero probablemente mas cerca de lo que imaginamos. Seré todo lo que no puedo ser, reiré, sentiré, viviré, imaginare, soñare...En definitiva, seré yo, pero feliz, a tu lado, contigo...
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