¿Si pusiera esos cinco puntos suspensivos que tantas conversaciones han iniciado, entenderías que soy incapaz de expresar con palabras todo lo que siento en este momento?

Ya no es cuestión de contar meses, que los cuento: llevamos veintidós; ni de lamentarnos por los kilómetros que no es separan, que son cientos; ni de llorar por tantas despedidas; tampoco es cuestión de completar la suma de los días que quedan para vernos, ni de repetirnos cuanto nos extrañamos y nos necesitamos.
A estas alturas del cuento, de la película, de la historia, de nuestra relación, la cuestión es que nos queremos, que lo hacemos y mucho, eso si que lo se de sobra. Ya no importan los miedos, las inseguridades, los fantasmas pasados, presentes o futuros, el dolor, la rabia o la tristeza.
Por que nos quedan un montón de planes por hacer, cientos de días felices, miles de situaciones perfectas a la de vuelta la esquina, viajes de ensueño, aventuras imposibles, noches en vela, amaneceres únicos, millones de segundos juntos...

Se que la perfección no existe, pero un lluvioso y triste día trece, como hoy, hace veintidós meses, conseguiste que el sol de mi cielo brillara con una intensidad casi mágica; y ese día, con la ayuda de muchos mas hasta hoy, invente mi propia definición de la perfección: "Todo lo que vea, viva, sienta, contemple y experimente a tu lado, es y sera perfecto..." Tu eres mi definición perfecta de la perfección...Te Amo.